San José, 7 de mayo del 2024. Así analizó nuestro diputado Fabricio Alvarado, el discurso del 2 de mayo del Presidente de la República, Rodrigo Chaves, con la esperanza de que estos dos años que nos faltan, el gobierno y la Asamblea Legislativa conviertan a nuestros país en la casa protectora de nuestro creciente «jaguar» y no en el escenario de un «pleito de gatos»:
Señor presidente, yo también creo que Costa Rica es un jaguar. Un jaguar que tiene el potencial para devorar la pobreza, para caminar con seguridad, y para abrir senderos para el desarrollo y el progreso.
Un jaguar que está en crecimiento, que aún da sus primeros pasos, un jaguar tiene una vida llena de victorias por delante, pero que aún necesita de cuidados extremos, para asegurarnos de que se convertirá en el más feroz y fuerte de América Latina.
Nuestras decisiones, tanto en esta Asamblea como en el Gobierno, son el alimento que hará que nuestro jaguar este saludable y poderoso, o por el contrario desnutrido y maltratado. ¿Qué le estamos dando a nuestro jaguar?
Señor Presidente, le repito un compromiso que le hemos hecho desde que comenzamos nuestra labor legislativa: cuente con Nueva República para construir el país que los costarricenses merecen. Queremos que a usted le vaya bien, porque de su gestión depende el trabajo, el sustento, la felicidad, la salud, la seguridad y la vida de los costarricenses.
En Nueva República, nos hemos propuesto ser una oposición constructiva, no somos oposición del Gobierno ni tampoco sus aliados, somos oposición de lo que no le conviene al país y aliados de las ideas que benefician a los costarricenses.
¿Cómo podríamos estar en contra de que se instalen escáneres en nuestros puertos para combatir el narcotráfico y la evasión fiscal aduanal si fue precisamente Nueva República, el partido más insistente en esta necesidad?
¿Cómo podríamos estar en contra de eliminar el enorme gasto en alquileres por parte de las instituciones del Estado, si fueron los diputados afines a Nueva República, en el 2020, los que reavivaron la discusión de la necesidad de Ciudad Gobierno?
Fueron parte de nuestras propuestas plasmadas en el Plan Esperanza para la Nueva República que presenté en el 2022.
Por eso celebro que varias de nuestras iniciativas en la campaña electoral, hoy el gobierno las esté considerando e impulsando, como el anuncio de que lanzará el concurso internacional para la concesión del Puerto de Caldera, ubicado en el Pacífico, para evitar el colapso de este puerto y sus repercusiones sociales y económicas para el país.
Si el Gobierno sigue ese camino, estoy seguro de que terminará haciendo un buen trabajo por el país. Y en Nueva República estamos dispuestos ayudarle.
Sin embargo, los datos aparte de matar mentiras, nos revelan realidades, si bien las cifras nos demuestran crecimiento de la economía, y eso nos parece bien, debemos detenernos a preguntar ¿La economía de quién está creciendo?
En año y medio, la canasta básica incrementó en ₡4.000 colones, según datos recientes del INEC. Cuando se nos habla de una baja inflación, pensaríamos que los precios de los productos y servicios básicos deberían disminuir, sin embargo, el costo de la vida ha incrementado: Una familia que gastaba ₡250.000 hace un año, necesita hoy ₡40.000 más para comprar lo mismo, es decir, ahora gasta ₡290.000.
Un crecimiento en la economía del Estado, no tiene ningún impacto para el 47% de las familias costarricenses (casi la mitad) que sus ingresos no son suficientes para llegar al fin de mes, teniendo que recortar gastos básicos, acudir a una mala alimentación y hasta endeudarse. ¡Nuestro jaguar tiene hambre!
El superávit del Estado no es el resultado de la gestión financiera del actual Gobierno ni del anterior, es un logro de los costarricenses, es a ellos a quienes se les ha «ordeñado la vaca mal comida» con el incremento de impuestos a partir de una Reforma Fiscal voraz y regresiva.
Por eso recibo con preocupación que el presidente ayer en su discurso, siga insistiendo en aumentarle impuestos a los costarricenses. Este camino es equivocado, y le repito al presidente: con Nueva República no cuenten para incrementar impuestos.
Más bien es hora de disminuir impuestos, Nueva República impulsa cero impuestos para la canasta básica de consumo, disminuir el IVA en 30%, reducir el IVA a los útiles escolares. Ya es hora de que los costarricenses reciban buenas noticias, que los buenos números macroeconómicos se reflejen en sus bolsillos de la ciudadanía, la vaca del pueblo ya no aguanta que la sigan ordeñando.
Hubiese preferido que en su discurso mencionara avances en iniciativas, como el aprovechamiento del oro, el petróleo y el gas natural, que le generará al estado recursos suficientes para disminuir la deuda y con ello el gasto público, permitiendo aumentar la inversión social.
Señor presidente, en este tema somos sus aliados, cuando incluso un diputado oficialista pretende prohibir vía ley el aprovechamiento sostenible de estos recursos, aquí, en Nueva República le hemos hecho frente y seguiremos luchando para que dicha propuesta no avance en esta Asamblea.
En sentido contrario, he presentado el Expediente N°. 24.285, «Ley para la titularización de flujos futuros de la explotación y/o protección de recursos minerales y energéticos», con el que Costa Rica ganará sea que se exploten o no se exploten los recursos. Ese es el camino para tener un jaguar fuerte. Señor presidente, le pido que convoque cuanto antes este proyecto.
Tampoco hizo mención alguna sobre la posibilidad de desarrollar el Canal Verde Interoceánico, mientras en Panamá ya están avanzando en este tema, lamentablemente, en Costa Rica vemos como el desarrollo se va para otros lados. No dejemos ir esta enorme oportunidad para posicionar al Jaguar en el comercio internacional y traer desarrollo y empleo a nuestro país.
En Nueva República estamos dispuestos a ayudarle al Gobierno, porque nuestro interés es el progreso y desarrollo del país.
Por eso le hemos dado «cacao», cuando le aprobamos el crédito con el Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE por $700 millones de dólares para el Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (PROERI).
Estos recursos servirán para atender las diferentes necesidades en la infraestructura vial, pero también para intervenir muchísimos centros educativos, donde se vive una verdadera urgencia.
En estos años he venido denunciando la crítica situación en la que desarrollan el proceso de aprendizaje miles de estudiantes en todo el país, pero principalmente en las zonas costeras y rurales.
Estuve en varias escuelas en Limón y en Guanacaste, donde los niños reciben clases en condiciones precarias, insalubres e inhumanas, incluso entre paredes de cartón. La Escuela Excelencia de Bataán que fue una obra iniciada resultó abandonada por la empresa adjudicada para su construcción, y hoy está en ruinas, tomada por la vegetación, insectos y sapos que ocupan las aulas donde deberían estar los niños. En una situación similar se encuentra la escuela Barrio La Cruz en Liberia.
Nuestros niños y jóvenes requieren de infraestructura educativa óptima para el desarrollo de su aprendizaje, en espacios modernos, seguros y con tecnología de vanguardia. Por eso también soy el impulsor del proyecto para transformar la Dirección de Infraestructura Educativa en un Instituto De Desarrollo De Infraestructura Para Ambientes De Aprendizaje (Ideaa): María Eugenia Dengo Obregón.
Nuestro jaguar necesita que le enseñen a cazar, por eso debemos fortalecer la educación para salir del estancamiento de los últimos años, pero también nuestro jaguar necesita caminar sin miedo.
Señor presidente, usted ha sido enfático en señalar la lentitud de esta Asamblea Legislativa para avanzar en los proyectos de seguridad, y debo decir que en parte tiene razón, y en Nueva República tenemos el compromiso de luchar por el avance.
Sin embargo, debo señalar que la seguridad es una responsabilidad compartida. La Constitución Política, establece en el artículo 140, en el numeral 16), que es una potestad y una atribución de la presidencia de la República el manejo de la seguridad del país.
Pero también reconozco que la Asamblea tiene muchísimo que aportar en esta materia, sin embargo, son necesarias las soluciones ejecutivas, que están en poder del Ejecutivo.
Si queremos resolver este problema, definitivamente tenemos que trabajar en equipo, ambos poderes. Por eso hoy le insto a realmente desarrollar un plan estratégico para combatir el crimen organizado y la delincuencia, que tanto dolor y temor está provocando en nuestro país.
En Nueva República estamos haciendo nuestra parte, con la aprobación de proyectos para castigar el Gota a Gota, con iniciativas presentadas para aumentar fuertemente las penas al sicariato y establecer sanciones al ofertar o publicitar el servicio de sicariato con una condena de cárcel de 5 a 7 años, un proyecto de mi compañero David Segura, que le pido, presidente, convocar en estas sesiones extraordinarias.
Hemos hecho nuestro trabajo para asegurar presupuestos para el fortalecimiento de las policías, también he presentado un proyecto para castigar severamente la introducción y tenencia de celulares en los centros penitenciarios, y además estamos trabajando una serie de reformas en tema de pensiones alimentarias, para que las cárceles sean ocupadas por criminales y delincuentes, y no por hombres desempleados.
En su discurso, usted resaltó el fortalecimiento de las policías, algo que celebro. Esto se logró gracias al apoyo de la Asamblea Legislativa para dotarle de mayor presupuesto para este tema. He aquí un ejemplo de que cuando trabajamos juntos podemos lograr responder a las necesidades de los costarricenses.
Qué mejor ejemplo de que en la unión está la fuerza que la aprobación del crédito de $700 millones de dólares para Proeri.
Este tipo de logros nos demuestran que la Casa Presidencial y la Asamblea Legislativa alcanzan más estando unidos que en eterno conflicto.
Por eso reitero el llamado, a que cambiemos la confrontación por la construcción, a que nuestras diferencias sean la base para el diálogo y el acuerdo. Este llamado aplica tanto para el Gobierno, como para los diputados.
Dejemos de utilizar estos espacios como si fueran campo de batalla y convirtámoslos en campos de ideas y soluciones. Los costarricenses están cansados de shows, circos y rings de boxeo, ellos nos claman por soluciones.
Hagamos de los poderes de la República la casa protectora de nuestro creciente jaguar, y no en un pleito de gatos. Con disputas improductivas Costa Rica no gana nada.
Defendamos nuestras ideas, con vehemencia si es necesario, pero nunca dejemos que nuestro ego esté por encima de las necesidades del pueblo.
Nuestra guerra no es entre nosotros, nuestra guerra es contra la pobreza, contra la delincuencia y el crimen organizado, contra el rezago educativo y la deserción, contra la desocupación laboral y contra la pérdida de principios y valores.
Nos quedan dos años, aprovechemos este tiempo que nos resta para demostrarle a los costarricenses que sus necesidades son nuestra prioridad. Para que al finalizar nuestro periodo tengamos un jaguar saludable y fuerte.
¡Que Dios bendiga a Costa Rica!