San José, 1 de mayo de 2025. Durante la sesión inaugural del cuarto y último año de la presente Asamblea Legislativa, el jefe de fracción de Nueva República, Fabricio Alvarado, instó a todas las bancadas a sustituir la confrontación estéril por consensos que resuelvan las urgencias del país.
«Costa Rica nos necesita dialogando, no peleando», advirtió, señalando que los costarricenses ven con frustración cómo, mientras el sicariato desangra las calles y el costo de la vida aprieta, el Plenario gasta horas en pleitos inútiles.
El legislador subrayó que la seguridad ciudadana será la prioridad de la fracción en este último año. Recordó que el expediente 24.047 —que tipifica el sicariato y endurece sus penas— ha sido frenado varias veces pese al respaldo del OIJ y del Ministerio de Seguridad.
«No podemos seguir suaves con los criminales», reprochó, exigiendo que el Plenario lo conozca de inmediato. Asimismo, reiteró la necesidad de aprobar dos proyectos que obligan a los privados de libertad a realizar labores productivas, incluida la construcción de la proyectada mega cárcel.
Alvarado enfatizó que la prevención del delito comienza con oportunidades. Destacó la reciente Ley 10.627 de Educación Financiera (expediente 23.568), pionera en Latinoamérica, y la exoneración del IVA a útiles escolares y dispositivos tecnológicos, ya vigente, como ejemplos de iniciativas que alivian el bolsillo y frenan la pobreza.
En materia de desarrollo regional, recordó el proyecto para declarar Zona Fiscal Especial al cantón de Corredores —presentado junto con el diputado David Segura— y las propuestas para potenciar la provincia de Limón, incluido el Parlamento Afrocostarricense liderado por la diputada Rosalía Brown, para que las regiones históricamente olvidadas reciban la inversión que merecen.
El jefe de fracción enumeró también los principios innegociables que han guiado el trabajo de Nueva República: la defensa de la vida, la libertad religiosa y la soberanía nacional. Recordó la lucha que frenó la llamada «Ley Trans», el rechazo a la injerencia en el secreto de confesión y la oposición a la Agenda 2030 «cuando atenta contra los valores y la independencia del país».
Finalmente, Alvarado convocó a los diputados a convertir el período 2025-2026 en el mejor año de esta legislatura:
«Si la derecha conservadora pudo pactar con la izquierda para ampliar a 30 años la prescripción de los delitos de corrupción, también podemos unirnos para derrotar al sicariato y la pobreza».
Nueva República ratifica su compromiso con una Costa Rica segura, próspera y fiel a los valores que la distinguen. El partido hace un llamado a los demás grupos parlamentarios a sumarse a un diálogo patriótico que traduzca las diferencias ideológicas en soluciones concretas para las familias costarricenses.
DISCURSO COMPLETO
COSTA RICA NOS NECESITA DIALOGANDO, NO PELEANDO
Han pasado 3 años desde que asumimos esta legislatura, y es un buen momento para autoevaluarnos y preguntarnos: ¿Qué hemos hecho por Costa Rica?
Sin duda, que hemos logrado aprobar proyectos sumamente importantes y determinantes para el bienestar de nuestro país.
Pero también han sido años en los que el pueblo ha señalado a la Asamblea Legislativa porque sienten que no se están atendiendo las verdaderas necesidades del país.
Y muchas veces estos cuestionamientos suelen no caer bien en estas curules, pero la percepción del pueblo es completamente válida, porque sienten que mientras el país se desangra en manos del sicariato y el narcotráfico, aquí hemos pasado horas viendo cómo se pierde el tiempo en conflictos en innecesarios.
Mientras miles de costarricenses sufren porque no les alcanza la quincena por el alto costo de la vida, aquí se han perdido sesiones enteras enfrascados en discusiones improductivas.
Los dimes y diretes no resuelven las grandes urgencias de Costa Rica.
He insistido, y lo haré mil veces si es necesario, en que esa no es la ruta que necesita nuestro país.
Los costarricenses demandan diálogo, piden que alcancemos consensos, que unamos toda esa energía que se gasta en discusiones inútiles para combatir a los verdaderos enemigos de Costa Rica, al narcotráfico, al sicariato, al rezago educativo, al alto costo de la vida, la informalidad laboral, las imposiciones ideológicas, el rezago en infraestructura vial, la corrupción y la enorme deuda política.
Sí, hemos logrado muchas cosas buenas, pero cuántas más habríamos logrado si en lugar de buscar pleitos buscamos consensos.
Si alguien insiste en pelear, en armar bochinches, en estropear el buen trabajo, nosotros, los patriotas, tomemos el camino del diálogo y de la paz. A quienes insisten en el conflicto, dejémoslos solos. Los costarricenses sabrán entonces quiénes son los que queman puentes, y quiénes son los que los construyen.
En medio de la crisis de violencia que enfrenta el país, mal hacemos nosotros, los líderes de la Patria, generando violencia y disputas.
Nos queda un año en estas curules, un año para mejorar lo que hemos hecho bien y corregir en lo que nos hemos equivocado.
Vamos, seamos agresivos y duros contra el crimen organizado. Usemos esas energías para ponerle un alto al sicariato.
Porque mientras acá algunos acuden a las ofensas y gritos entre nosotros mismos, o con el gobierno, o contra las instituciones, cuando se trata de legislar para establecer penas duras contra los criminales, los hemos visto suaves, complacientes y hasta alcahuetas.
En Nueva República nos pasamos un año empujando para que se apruebe el expediente 24047, para endurecer las penas contra el sicariato y tipificarlo como delito. Un proyecto que ha sido señalado como necesario por el Organismo de Investigación Judicial – OIJ y el Ministerio de Seguridad Pública, porque viene a mejorar el combate a esta actividad criminal que tiene a Costa Rica sumida en una sangrienta guerra y todos los días estamos viendo cómo la perdemos con cada persona que muere, muchas de ellas inocentes, incluso niños.
Aun así, una y otra vez, nos han bloqueado el proyecto. Ya estaba listo para que lo votáramos en primer debate en este plenario, y tuvimos que enviarlo nuevamente a la Comisión de Seguridad y Narcotráfico porque algunos no estaban conformes con el texto.
Recientemente, lo dictaminamos y ya algunos amenazan que van a presentarle mociones, que van a volver a hacer mesas de trabajo, y lo que les preocupa es que se aumenten las penas. ¡Qué triste!
Pero yo no quiero que mi discurso del primero de mayo resulte fatalista y desesperanzador. Por eso mi llamado es a tomar el camino correcto, a enfocarnos en darle soluciones a nuestra gente buena, en priorizar su paz y seguridad por encima de los derechos de quienes causan terror y angustia.
Hoy es un buen día para empezar el mejor año de nuestra legislatura. El año donde le demostremos a los costarricenses que en verdad venimos a estas curules a representarlos, a trabajar por su bienestar y por hacer de Costa Rica un mejor país.
Y eso lo lograremos cuando, en lugar de bloquear los consensos, construyamos diálogos por encima de nuestras diferencias.
En Nueva República demostramos que sí es posible, cuando en el proyecto para aumentar el plazo de prescripción para los delitos de corrupción logramos ponernos de acuerdo con el Frente Amplio, lo que parecía imposible, porque son sabidas las enormes diferencias ideológicas que tenemos. Y por ese acuerdo logramos hacer que el plazo quedara en 30 años, lo que representó un verdadero golpe para la impunidad en los delitos de corrupción en nuestro país.
Si la derecha conservadora pudo alcanzar un consenso con la izquierda progre para combatir con mano dura la corrupción, ¿cómo no vamos a poder lograr acuerdos entre todas las fracciones por el bien del país?
Hagamos lo mismo para combatir el sicariato, para que estos salvajes paguen con duras penas por sus actos crueles e inhumanos.
Hagamos lo mismo para poner a los presos a trabajar, en Nueva República hemos presentado dos proyectos en ese sentido, uno de mi compañero Yonder Salas, para habilitar la posibilidad de que los privados de libertad puedan trabajar en tareas como elaboración de su propia ropa, mobiliario para instituciones públicas, uniformes para el personal de salud y policías, y hasta construcción de carreteras, incluso para puedan construir la mega cárcel.
Que es una propuesta que en Nueva República hemos defendido y considerado muy necesaria, no ahora en año electoral, sino desde siempre, y así lo hemos manifestado en diferentes ocasiones desde hace años, aun cuando en el Ejecutivo existía cierta resistencia a considerar una Mega Cárcel, que bueno, al menos ahora parece que cambiaron de opinión, y qué dicha.
Este proyecto recientemente fue dictaminado afirmativamente de forma unánime por la comisión, y espero que muy pronto lo aprobemos como ley de la república en este plenario.
Por mi parte, presenté el proyecto para establecer el deber del trabajo dentro de la pena y garantizar el financiamiento del programa de Trabajo en las Cárceles. Esta medida no solo viene a acabar con el ocio y la alcahuetería que ha imperado en nuestro sistema carcelario, viene a contribuir con el proceso restaurativo en procura de que los privados de libertad se preparen para reinsertarse socialmente y que cuando cumplan sus penas no salgan a repetir los mismos delitos, sino para ser personas de bien para la sociedad. Este proyecto ya está por salir de subcomisión para ser dictaminado en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico.
Creemos que en las cárceles deben estar los criminales y delincuentes, no personas, principalmente hombres que, por desempleo o por cambios en su condición económica, no pueden cumplir con el pago de la pensión alimentaria para sus hijos. Por eso, en Nueva República hemos impulsado proyectos de ley para promover la búsqueda de empleo, para que se utilicen tobilleras electrónicas en lugar de la cárcel, y para que puedan salir del país por razones laborales, educativas o de salud.
No es posible que hoy las autoridades estén soltando a criminales porque no hay campo en las cárceles, mientras estas están ocupadas por deudores alimentarios. La cárcel debe ser, sí, para los padres irresponsables que no quieren cumplir con su deber, pero sobre todo para los delincuentes y criminales que tienen al país sumido en temor.
En Nueva República estamos convencidos de que a la criminalidad se le ataca con mano dura, con determinación y firmeza. Creemos en que es necesario aumentar penas, garantizar que los criminales estén en la cárcel y fortalecer el trabajo de nuestras policías, de la Fuerza Pública, del OIJ y otros cuerpos policiales claves en la situación que enfrentamos como país.
Pero, por supuesto, que también entendemos que la mano dura es una solución para el corto plazo, y el objetivo final no es llenar las cárceles de criminales, sino más bien que disminuya la criminalidad, y eso lo logramos con la prevención.
La prevención se alcanza con mejorar la educación de nuestras nuevas generaciones, con generar oportunidades, generando herramientas para que puedan salir de la pobreza,
Y en eso estamos trabajando fuertemente en Nueva República.
Mi compañera Olga Morera presentó el proyecto de Ley de Educación Financiera en Costa Rica que ya es la Ley 10.627. Con la promulgación de esta ley, Costa Rica se convierte en uno de los primeros países de Latinoamérica en aprobar legislación en materia de educación financiera, lo que es un hito para nuestro país.
La promoción de la educación financiera va a preparar a los costarricenses para que hagan un uso inteligente sus ingresos y esto además de generar prosperidad, combatir la pobreza y lograr estabilidad emocional y hasta familiar, causará que los costarricenses no tengan necesidad de acudir a préstamos gota a gota exponiendo sus vidas y la paz de sus familias.
Es nuestro objetivo, que las familias costarricenses que hoy están en condición de pobreza, puedan surgir y tener una mejor calidad de vida. Es por eso, que mi compañero Pablo Sibaja presentó el proyecto que exime del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los útiles escolares, uniformes y dispositivos tecnológicos necesarios para la educación que ya es Ley de la República. Esta medida representa un gran alivio económico para las familias, especialmente durante la «cuesta de enero» que cada año dificulta el acceso a los materiales escolares. Aún hay cosas que corregir en la implementación por parte del Poder Ejecutivo, pero ya este año muchas familias pudieron verse beneficiadas con esta ley.
En Nueva República tenemos un especial cariño por las zonas costeras y rurales de nuestro país, por eso hemos estado impulsando proyectos en beneficio de estas regiones como el que presenté junto con mi compañero David Segura para declarar Zona Fiscal Especial al cantón de Corredores, una iniciativa que traerá desarrollo económico y empleo no solo para este cantón, sino para TODA LA ZONA SUR, donde tanto urge.
Limón también está en nuestro corazón, por eso mi compañera diputada Rosalía Brown junto con Yonder Salas, han estado trabajando en iniciativas en procura del desarrollo de esta hermosa provincia, que tiene un potencial enorme, pero que en todos los gobiernos siempre resultan abandonados entre promesas incumplidas.
Doña Rosalía es la impulsora del PARLAMENTO AFROCOSTARRICENSE, que ya es una realidad, integrado por representantes de la población afro y líderes comunales, como una declaración de compromiso con la justicia racial y la igualdad de oportunidades. Con este logro, hoy se les da voz a quienes tienen mucho por aportar para visibilizar a la población afrodescendiente de Costa Rica.
Durante este año legislativo, Nueva República demostró, una vez más, el compromiso con el bienestar, con la seguridad y una mejor calidad de vida para todos los costarricenses.
Pero también hemos tenido el carácter y la firmeza para resistir imposiciones ideológicas contrarias a nuestros valores.
Fuimos única fracción que de forma unánime levantamos la voz contra el proyecto de ley conocido como «Ley Trans» con el que se buscaba permitir la mutilación de los órganos genitales de menores de edad, aun sin el consentimiento de sus padres, dimos una lucha incansable contra este proyecto, que finalmente se dictaminó de forma negativa en la Comisión de Derechos Humanos.
También fuimos la única fracción que de forma unánime nos manifestamos en contra del proyecto de ley que buscaba entrometerse con el sacramento de la Iglesia Católica, referente al secreto de confesión, lo que claramente era una enorme puerta para la persecución religiosa en Costa Rica. Gracias al consenso y al diálogo, logramos modificar el proyecto que lo planteaba y hoy ya la población católica de nuestro país puede tener tranquilidad.
Levantamos la voz con vehemencia, para pedirle a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no aprovechar el caso «Beatriz vs. El Salvador», un montaje de las feministas, para tratar de imponer el aborto en la región, por medio de una resolución de dicho organismo. Presentamos una moción para pedirle al presidente considerar la salida de la CIDH en caso de que la resolución fuese a favor del aborto.
Finalmente, el fallo de la Corte fue favorable para quienes defendemos la VIDA, y para los niños NO NACIDOS, y estamos convencidos de que en esa decisión tuvo peso nuestra oposición.
Hemos sido la única fracción que con valentía nos hemos opuesto a la nefasta AGENDA 2030, que detrás de sus objetivos esconde la destrucción de la soberanía, la libertad, la vida, la salud y los principios y valores. Y en Nueva República no nos quedaremos pasivos, vamos a defender nuestra soberanía, y no permitiremos que organismos internacionales impongan sus ideologías torcidas en nuestra querida Costa Rica.
Este último año legislativo, viene lleno de retos; más que nunca, nuestro país nos requiere trabajando en acuerdos, en consensos y en diálogos para lograr sacar adelante los proyectos que Costa Rica necesita.
No los defraudemos.
¡Que Dios nos ayude, que Dios nos dé sabiduría!
¡Que Dios bendiga a Costa Rica y que siempre viva libre y en democracia!
Muchas gracias.